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Se hace camino al andar

RUTA LAGUNA GRANDE DE PEÑALARA

Clásica y fácil ruta para visitar las Laguna Chica y Grande de Peñalara y su espectacular entorno desde el Puerto de Cotos

Laguna Grande de Peñalara

Descarga el track de la ruta aquí

  • Distancia: 6,3 Km
  • Tiempo: 3 horas (2 horas en movimiento)
  • Desnivel positivo: 290 m
  • Velocidad media: 3,3 km/h

Comenzamos la ruta desde el aparcamiento del Puerto de Cotos, donde dejamos el coche. Desde aquí cruzamos la carretera por el paso de cebra y comenzamos a subir en dirección a la Casa del Parque por el Atajo de Bernardino, bonito camino hecho de tablas de madera que pasa por encima del arroyo de Cotos.

Atajo de Bernardino. Comienzo de la ruta

El atajo nos deja en la pista junto a la mencionada Casa del Parque, donde podemos pedir información de esta y otras rutas por la zona y junto a la que encontramos la primera fuente del recorrido, donde podemos coger agua si nos la hemos olvidado en casa.

Solo un poco más adelante no encontramos un monumento dedicado al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, con la característica mariposa Isabelina como emblema (https://www.parquenacionalsierraguadarrama.es/es/)

Seguimos por la pista que comienza a inclinarse ligeramente y antes de llegar al Mirador de la Gitana, nos encontramos con una nueva fuente. Esta vez se trata de la fuente Cubeiro. Unos pasos mas y llegamos al citado mirador, desde donde podemos observar desde el alto de las Guarramillas (Bola del Mundo) hasta una gran parte de la Cuerda Larga. En este mirador podemos encontrar un reloj solar y una orientadora para ayudarnos a conocer las cumbres que nos rodean (además está dedicada al poeta Federico García Lorca). Es un sitio perfecto para echar unas buenas fotos y descansar si no fuera porque acabamos de empezar a andar.

Desde aquí seguimos la pista y seguimos la pista de frente dejando el Cobertizo del Depósito a mano derecha. A partir de este unto la pista va ganado altura de manera algo mas brusca pero nada que no se puede superar aflojando un poco el rito y canturreando un poco.

Un poco más adelante ya empezamos a dejar el paisaje de pinar que nos acompañaba y comenzamos a ver el despejado paisaje de alta montaña, lleno de los espectaculares piornos en flor en este época del año.

Paisaje de piornos con Hermana Mayor al fondo

En el primer desvío que nos encontramos podemos ir hacia el pico de Hermana Menor, el refugio Zabala o hacia la Laguna Grande; cogemos el camino a la derecha en dirección a esta última.

Llegados a este punto podemos ver las verdes praderas inundadas y cruzadas por arroyos de alta montaña y un poco más adelante a la derecha nos encontramos con la Laguna Chica de Peñalara (no se permite el acceso para protegerla de la erosión y evitar dañar el hábitat de los anfibios).

Seguimos un poco más por el camino que llevamos y a la izquierda nos encontramos con un camino entablado que nos llevará directamente a la Laguna Grande de Peñalara.

Camino hacia la laguna
Selfie en la subida

La Laguna Grande de Peñalara es una laguna de origen glaciar con una profundidad máxima de 4,7 metros que está situada a 2017 metros de altura. Debido al clima de alta montaña, gran parte del año permanece helada o cubierta por la nieve y aunque su visita siempre es recomendable, en la primavera la podemos disfrutar en su máximo esplendor.

Esta laguna tiene el máximo nivel de protección dentro del Parque Nacional, motivo por el cual solo podemos transitar por la zonas delimitadas. Esta zona del macizo de Peñalara es muy rica en presencia de de anfibios y entre ellos podemos encontrar a la salamandra común (Salamandra salamandra), el tritón jaspeado (Triturus marmoratus), el tritón alpino (Mesotriton alpestris), la rana común (Pelophylax perezi), la rana patilarga (Rana iberica), el sapo común (Bufo spinosus), el sapo corredor (Epidalea calamita), el sapo partero común (Alytes obstetricans), la rana de San Antonio (Hyla molleri) y el sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi). De hecho el número de especies que aquí se encuentran es mayor que el número total de especies conocidas en algunos países europeos (Inglaterra o Irlanda), y supera al de los otros sistemas montañosos ibéricos.

Como muchos sitios emblemáticos de la Sierra de Guadarrama, la Laguna Grande de Peñalara tiene múltiples leyendas, la más conocida es la de la Pastora. Al parecer, hace muchos años a una pastora de la zona se le extravió un cordero y atraída por unos extraños ruidos que provenían de la laguna y que ella creyó que eran los balidos del cordero perdido, la pastora entró en la laguna para terminar ahogándose. Desde entonces, se dice que cada noche de los difuntos emerge su figura desde el centro de la laguna rodeada de luces misteriosas.

Llegada a la Laguna Grande
Vista de la Laguna Grande

Aprovechamos el precioso entorno de la Laguna Grande para parar a reponer fuerzas, descansar y disfrutar con las increíbles vistas de la zona. Ya con el buche lleno, tenemos especial cuidado de no dejar nada en el suelo (incluso aprovechamos para llevarnos desechos de otros senderistas menos cuidadosos) e iniciamos el camino de regreso. Para ello solo tenemos que desandar el camino entablado hasta la caseta donde se inicia la subida a la laguna.

Desde aquí seguimos por el camino de la izquierda para completar un pequeño recorrido circular y nos pasos más adelante nos encontramos el desvío hacia las lagunas de Los Pájaros y Los Claveles. Este se encuentra actualmente cerrado, con el fin de recuperarlo de la reciente erosión provocada por la gran cantidad de visitantes recibidos durante el confinamiento perimetral de la Comunidad de Madrid durante la pandemia.

Cartel de ruta cerrada al tránsito

A partir de este punto el camino se convierte en sendero y nos ofrece una bonitas vistas de esta otra vertiente de Peñalara.

Vistas panorámicas por el sendero de vuelta

Siguiendo el sendero mientras jugamos a encadenar palabras, nos encontramos con una nueva fuente, la fuente del Cedrón. En esta sí que paramos a reponer líquidos y rellenar nuestras botellas.

Fuente del Cedrón y sendero

Unos pasos mas y el sendero se mete de nuevo en el pinar antes de llegar a una puerta, la cual debemos atravesar para seguir. En este punto el sendero ensancha y nos devuelve al mirador de la Gitana.

Parte final del sendero

Desde aquí desandamos nuestros pasos y justo antes de llegar, nos desviamos a la izquierda para visitar la pradera de Cotos y comernos un poco de merecido chocolate antes de meternos el coche e iniciar el camino de vuelta a casa.

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